Sororidad creativa para una mejor sociedad
El reconocer en palabras de otras mujeres de latinoamérica la necesidad de construir escenarios políticos, de participación y empoderamiento para lograr la equidad de los derechos de las mujeres es inspirador.
Durante mi presencia en la Sesión Regulatoria de M360 Latin America[1] #M360LATAM y la Mesa de Diálogo de Género con representantes de la Red de Mujeres Women20 #W20 que se realizó el pasado mes de diciembre en la ciudad de Buenos Aires, concluyo que las mujeres compartimos, sin importar el territorio al que pertenecemos, la culturas de las que procedemos o la condiciones económicas que enmarcan las políticas sociales de nuestras naciones un mismo sentimiento, el de ser mujeres que pese a vivir diversas condiciones hemos tenido que afrontar de una u otra manera la discriminación.
Todas somos conscientes de las desigualdades históricas que han marcado nuestro desarrollo humano cuando logramos un diálogo alrededor de realidades comunes de nuestros países en los que la falta de educación para las mujeres de zonas rurales es una constante, o cuando nuestros contextos afrontan problemáticas similares que acentúan los indicadores de violencia contra la mujer y se evidencia la ausencia o falta de reconocimiento de mujeres que lideran la política o áreas del conocimiento como, la ciencia, la tecnología, la ingeniería y matemáticas (STEM).
Ante estas realidades todas somo una, compartimos ese sentimiento que nos ha puesto en el mismo lugar, donde la experiencia de cada una se hace colectiva y no importa de dónde somos, somos mujeres, todas comprometidas con acciones que buscan reducir la brecha de género y dispuestas desde diferentes experiencias a poner fin a todas las formas de discriminaciones contra las mujeres y niñas. Allí, la Sororidad[2], “resuena”, esa palabra que hoy ha logrado unir el pensamiento feminista y la emoción de mujeres jóvenes que se identifican con el sentir colectivo, que evidencian el estado de solidaridad, hermandad y trabajo colectivo presente hoy más que nunca en el pensamiento de las mujeres.
Ese sentimiento de sororidad puedo definirlo hoy a través de experiencias que he vivido recorriendo territorios nacionales para fomentar el desarrollo de la televisión y los contenidos audiovisuales. En Riohacha el liderazgo de mujeres indígenas de la Guajira durante La Muestra de Cine y Video Wayuu[3], me enseñó el poder que tiene el empoderamiento de las mujeres a través de la apropiación del lenguaje audiovisual, allí mujeres directoras, cineastas, curadoras, gestoras culturales, están promoviendo la creación de contenidos propios, narraciones propuestas desde el territorio, generando la apropiación de la tecnología, la capacidad narrativa e incentivando el reconocimiento de la cultura desde saberes propios a veces en riesgo de identificarse sólo con paradigmas foráneos.
En los municipios sucreños y bolivarenses de los Montes de María ha sido fundamental el liderazgo de las mujeres en la reconstrucción de territorios vulnerados por el conflicto armado, en los que la resistencia y la memoria se han hecho presente a través de las creaciones audiovisuales del Colectivo de Comunicaciones Montes de María[4]. En este territorio se emprenden nuevos paradigmas de comunicación dedicados a fomentar la conectividad, el acceso a la educación a través de las oportunidades en la era digital y potencialmente las mujeres están tomando las riendas, obteniendo capacitación para el empoderamiento y apoyo a sus emprendimientos en los que canalizan políticas rurales que se articulan a las oportunidades del presente.
La industria audiovisual mundial actualmente vive un momento de movilización que repercute en la voz de mujeres jóvenes, integradas a la industria audiovisual colombiana, mujeres activas creativamente, con ideas que promueven el cierre de brechas de género desde su quehacer creativo, a través de canales de Youtube, muestras de Cine Femenino, documentales todos ellos que dan una visión actual del país, series televisivas que exploran el universo cultural, político o científico. Con ellas compartimos experiencias en el BAM[5] de 2018 #ModoBAM y en sus narraciones está todo el potencial aún desconocido para muchos pero que se hace presente en el desarrollo de proyectos que muy pronto veremos en las pantallas y las múltiples plataformas para las que han sido producidos.
Estos diferentes escenarios de empoderamiento de las mujeres marcan hoy acciones que se encaminan a crear estrategias en las que es fundamental continuar la construcción de escenarios de empoderamiento y visibilización. Esta sororidad debe hacer eco no solo en la hermandad de las mujeres sino en acciones concretas; por ello desde la ANTV trabajamos en diferentes procesos que apuntan a la construcción de una sociedad más equitativa.
Luego de la publicación del documento “La representación de mujeres y hombres en la televisión colombiana” que se hizo en el marco del primer Taller Iberoamericano de Alfabetización en Consumo Audiovisual[6], actualmente en la oficina de la representante de la Sociedad Civil de la ANTV estamos diseñando un manual de buenas prácticas en los procesos de creación y producción audiovisual con enfoque en derechos de las mujeres e integramos la perspectiva de mujer y derechos en el Plan de Televisión Étnica y en la Línea de Infancia y Adolescencia.
También revisaremos contenidos con enfoque diferencial en el Observatorio de Contenidos de la ANTV y haremos énfasis en la apropiación de la TDT para promover contenidos existentes y futuros con enfoque en los derechos de las mujeres y narraciones del universo femenino, trabajaremos en alianzas estratégicas para promover la equidad de género desde la misión de la ANTV y sus aliados estatales, privados y de la sociedad civil y con ellos nos iremos adecuando al plan de actualización del sector audiovisual y las telecomunicaciones.
La sororidad, esa que experimentamos las mujeres, requiere aliados y acciones que retumben en todos los sectores de la sociedad, porque en garantía de derechos para las mujeres es un asunto colectivo, mucho está escrito en las políticas públicas para cerrar las brechas de género; pero todo está por hacerse y se requieren compromisos. Les invito a través de estas palabras a que se unan a esta estrategia que está en construcción y requiere participación activa. La equidad se construye desde la cultura y el quehacer cotidiano, “empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial”[7].
[1] https://www.mobile360series.com/latin-america/
[2] https://www.asociacionag.org.ar/pdfaportes/25/09.pdf
[3] http://muestradecineyvideowayuu.blogspot.com/
[4] https://montemariaaudiovisual.wordpress.com/quienes-somos/
[5] http://www.bogotamarket.com/
[7] Objetivos de Desarrollo Sostenible. Objetivo 5. Igualdad de Género. Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. http://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals/goal-5-gender-equality.html
Suzy Sierra Ruiz
Representante de la Sociedad Civil en la Junta Nacional de Televisión
Bogotá, 22 de enero del 2018.
Fuente: ANTV